ARTE Y EDUCACIÓN AMBIENTAL: MURALES EN SANTO DOMINGO
Arte y educación ambiental en Santo Domingo

Desde un enfoque artístico y creativo, también se contribuye a construir una comunidad más concienciada, solidaria y fortalecida.

El proyecto de “Educación Ambiental y reciclaje” que estamos desarrollando en Santo Domingo, incluye la realización de murales con desechos sólidos recolectados por la comunidad y el  alumnado de las escuelas beneficiarias. Como dice Marcelo Ferder, artista argentino afincado en República Dominicana, y promotor de estos murales con materiales reciclados, “los residuos comunican cosas, relatan historias del tiempo en el que les tocó existir. Los arqueólogos estudian y decodifican los residuos del pasado, aprenden sobre los griegos antiguos o sobre los etruscos. Alguien en el futuro estudiará nuestros residuos”.

La utilización del reciclaje ha existido en el arte desde siempre y la no biodegradabilidad del plástico lo convierten en un elemento que a partir de un proceso de recontextualización y reutilización artística, deja de ser un problema para transformase en virtud: la obra de arte será también duradera por cientos de años.

Aunar el arte con lo ecológico y con el fortalecimiento de la comunidad es la propuesta de Marcelo, para quien los murales concebidos como proyectos artísticos-urbanos inciden de dos maneras en la comunidad: “En las personas que participan en su realización y en la que los disfrutan luego de realizados, quienes pasan en coche, en autobús, en motocicleta o a pie cada día y la obra los confronta. Poca gente asiste regularmente a los museos o galerías de arte. Los murales intentan llegar al común de la gente en su cotidiano vivir. Los vecinos de los sectores donde se realizan se sienten orgullosos de su entorno mejorado por el arte, se identifican, revalorizan su entorno”.

Para Marcelo “la función del arte por encima de concientizar es crear belleza. Esa transformación de lo feo en bonito crea en la comunidad un cierto grado de orgullo de su entorno y la cotidianeidad y la apropiación, producto de haber sido participe de su gestación, le permite ir incorporándolos poco a poco, hasta hacerlos propios.

Esta visión del arte como portador de cambio, de sanación social, es lo que hemos pretendido introducir en el proyecto. Con la elaboración de dos murales en el centro educativo de Familias Unidas y ADAF en el sector de Guaricano, y en los que hemos involucrado a toda la comunidad educativa, hemos fomentado entre los niños y niñas la responsabilidad individual, el trabajo cooperativo, la solidaridad, el respeto hacia el medio ambiente, el desarrollo de ciudadanía entendida como la concientización del orgullo local y hemos canalizado su energía hacia un producto creativo con todo el disfrute de su realización.

Arte y educación ambiental en Santo Domingo

Para elaborar los murales se realizaron talleres teóricos para explicar la actividad. Después, los niños y niñas dibujaron sus propuestas que sirvieron para diseñar el boceto final del mural. Posteriormente se recolectaron, limpiaron y clasificaron los residuos y finalmente, se realizaron dos murales: uno en la fachada de la escuela y el segundo en la pared interior de la zona de recreo.

“La experiencia en la escuela de ADAF ha sido muy gratificante. Primero, debido al trato cordial y eficiente por parte del equipo de coordinación y docente, y segundo, por el cariño y dedicación con la que los niños y niñas se volcaron en el trabajo en cada uno de las distintas etapas. El resultado no ha podido ser más satisfactorio…”, comenta Marcelo. Y así ha sido. Tanto en ADAF como en Familias Unidas estamos muy satisfechos de haber contado en el proyecto con la participación de Marcelo y con los resultados de esta actividad.

REVISTA 34 – ENERO 2016